¿Cuántas veces te encontraste terminando un plato casi sin darte cuenta de que lo comiste, o no pudiendo recordar el sabor?
La mayoría de nosotras comemos en piloto automático: con el celular al lado, la tele de fondo, o scrolleando redes sin parar. Y ese hábito, que parece inofensivo, ( como casi todo lo que hacemos de manera inconsciente ) nos aleja completamente del momento de comer.
Comer sin registro no solo afecta la digestión, sino también el disfrute, la saciedad y arruina nuestro vínculo con la comida .Nos desconectamos del cuerpo, de las señales internas y del placer.
Volver a comer con presencia es una forma de autocuidado.No hace falta hacer nada extremo.Solo empezar por un pequeño acto de presencia diaria.
Pero nosotras estamos acá no solo para leer sino para empezar a transformarnos desde el interior, así que empecemos con este ejercicio para traernos a la consciencia lo inconsciente y poder cambiarlo.
Ejercicio: Saliendooo del modo avión
1. Elegí una comida del día (puede ser la merienda, el almuerzo, lo que te resulte más fácil).
2. Antes de empezar, poné tu celular en modo avión.
3. Sentate, mirá el plato, observá los colores, sentí los olores.
4. Comé sin distracciones externas. Solo vos y tu comida.
5. Al finalizar, escribí cómo te sentiste y qué cambio durante esa comida.
Repetilo todas las veces que puedas, por lo menos los primeros puntos!!
Cuanto más repetimos, más fácil es incorporar esa actividad como un hábito (y ahí le ganamos la batalla al cerebro, si les copa háganmelo saber y profundizamos sobre neuroplasticidad y como usarla a nuestro favor)
Y recordá, no es solo lo que comemos, sino como lo hacemos...
Tu presencia también te nutre.
Te mando un abrazo, Aye!